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Diferencias entre colchones de muelles y látex ¿Qué es mejor para el núcleo?

Afirmar qué colchón es mejor según el material del núcleo es una tarea difícil. Como se suele decir: ¡Para gustos los colores! Afortunadamente las diferencias existen y por tanto la variedad. Esto abre un abanico de posibilidades infinitas y nos permite crear distintas soluciones de descanso. Hoy analizamos las diferencias entre los colchones de muelles y los colchones de látex.

En el mundo del descanso para intentar cubrir las particularidades de cada durmiente se crean colchones de diferentes materiales, firmezas, medidas…Veamos las diferencias y las particularidades de los colchones de muelles y látex.

Comenzamos aclarando conceptos. El núcleo de un colchón es la parte más importante del mismo, y le otorga la consistencia y firmeza para soportar el peso del durmiente. Dicha parte es la que caracteriza al colchón, es decir, el material del que está hecho el núcleo es el que da nombre al tipo de colchón, independientemente del acolchado que tenga.

Decimos que un colchón es de muelles cuando su núcleo está formado por un bloque central de muelles, que pueden ser de distintos tipos: tradicionales, bonell bicónicos, ensacados… Si su núcleo está formado por látex, decimos que es un colchón de látex. Podemos encontrarlos con sólo látex o bien combinado con otros materiales. Uno de los aspectos que suele causar más dudas en este tipo de colchón es si el látex es natural o sintético. Se considera látex natural a aquel que en su composición cuenta con un 85% o más de látex.

Principales diferencias entre colchones de muelles y látex

Los colchones de muelles son muy resistentes y transpirables, por lo que son ideales para personas con peso o calurosas. También son perfectos para camas de bebés, y/o dormitorios infantiles y juveniles.

Los colchones de látex son los que garantizan una mayor adaptabilidad al cuerpo debido a su núcleo, que ayuda a reducir los puntos de presión, por lo que son ideales para personas mayores, encamadas, que necesiten un somier articulado y/o frioleras.

  •  Veamos otras diferencias en función de su:

Firmeza: Entre los colchones de muelles y de látex, son los primeros los más firmes. Los colchones de muelles tradicional son los colchones de mayor firmeza del mercado. Mientras que los de látex suelen ser menos firmes, siendo lo habitual una firmeza media-baja de 3.

Adaptabilidad: Los colchones con mayor adaptabilidad del mercado son los de látex. Éstos generan una cálida sensación y con su acogida se reducen los puntos de presión. Los colchones de muelles, sin tener en cuenta el acolchado, ejercen presión sobre el cuerpo por lo que no son adecuados para aquellas personas con problemas circulatorios o dolencias que le suponen pasar mucho tiempo encamados, para éste tipo de situaciones o para camas articuladas, mejor colchones de látex.

Independencia de lechos: ambas tecnologías están dotadas de una alta independencia de lechos. Los colchones de muelles ensacados son un tipo de muelles que no van entrelazados unos con otros, cada muelle está dentro de un saquito de tejido independiente lo que genera también gran adaptabilidad progresiva, ya que la presión ejercida se queda solo en la propia zona sobre la que se ejerce la presión sin hundirse el resto de muelles. De ahí que se consiga gran independencia de lechos y no notemos los movimientos del otro.

Los colchones de látex tienen la mayor independencia de lechos si se duerme en pareja, y son muy confortables ya que suelen contar con varias zonas de confort diferenciadas (en cadera, zona lumbar – pantorrillas, hombros – piernas y cabeza – pies).

Durabilidad: En este caso depende de la calidad del colchón. Los colchones de muelles son muy duraderos, si son de hilo continuo (sistema Normablock de Pikolín o Multielástic de Flex) podemos decir que serían «eternos» si no fuera por los acolchados, que siempre, por muy buenos que sean, envejecen y van perdiendo grosor. Los colchones de látex, al ser composiciones químicas siempre apelmazarán, y depederá de su cantidad de componente natural, en resumen: de su calidad, su durabilidad y su resiliencia, es decir su capacidad de recuperar su forma original al ser liberado de cualquier presión, y con el paso de los años.

Transpirabilidad: Como comentábamos al principio del post, los colchones de muelles son ideales para personas calurosas y con sobrepeso, esto es debido a que los muelles favorecen la transpirabilidad, la ventilación y no condensan la humedad. Los colchones de látex actuales tienen buena ventilación y transpirabilidad, ya que sus células abiertas garantizan una regulación óptima del aire y la humedad. Pero no es comparable a la de los muelles, que es mejor. Para vuestra información, el látex sí es la «espumación» más fresca y transpirable, por encima del HR o de la viscoelástica.

Elasticidad: Los colchones de látex son más elásticos, por ello al liberarse del peso, vuelven a su estado original. Aportan al durmiente la sensación de empujarte hacia arriba: adaptabilidad sí, pero sin que te hundas en ellos. Los colchones de muelles son más rígidos y de una firmeza mayor.

Peso: Los colchones de muelles son, por regla general, los que más peso pueden soportar dada su elevada firmeza. Y, aunque parezca una incongruencia, los colchones de muelles también son los ideales para bebés, niños y adolescentes, que están en proceso de crecimiento y necesitan un colchón firme que garantice una perfecta alineación de la espalda.

El látex, está recomendado para un índice morfológico medio-bajo, es decir para personas con un peso no superior a 90k, aunque existen en el mercado varios modelos que por sus características son adecuados para personas cuyo peso sea igual o superior a 100 Kg.

Articulable: Como hemos comentado a lo largo del post, los colchones de látex son los más recomendables debido a sus cualidades de flexibilidad y firmeza para somieres articulables. Los colchones de muelles tienen menor elasticidad y no se pueden articular.

Salubridad: En la actualidad, prácticamente todos los colchones de las principales firmas del mercado utilizan tratamientos que mejoran las condiciones sanitarias de los colchones. En las etiquetas podemos encontrar el certificado ÖEKO-TEX que confirma que todos los tejidos del colchón están exentos de sustancias nocivas o que tiene un tratamiento anti ácaros, bacterias y hongos. Los colchones de látex no se aconsejan para casas con problemas de humedad.

Dormir bien repercute directa e indirectamente en nuestra salud diaria, por eso, hay que elegir un buen colchón para el descanso. Para que el colchón elegido nos dure el mayor tiempo posible y en el mejor estado de conservación, es muy importante realizar un correcto mantenimiento. Para ello tendremos la precaución de girarlo y voltearlo cada 3 meses, si está acolchado por igual por las dos caras y así darle un uso igual a cada parte. Utilizar una funda cubrecolchón para que esté protegido de suciedad, líquidos y/o cualquier mancha. Saltar sobre ellos, tenerlos apoyados en la pared y/o en el suelo sin un somier o canapé estropearán nuestro colchón, por tanto, evitar estas acciones.

Si tenéis cualquier duda, contactad con nuestro equipo que os dará la respuesta que andáis buscando. El teléfono gratuito de atención al público es el 900.701.086 de lunes a viernes, de 8 am. a 20 pm.. También podéis dejar un comentario a este post.

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